Llueve afuera de la ventana,
las gotas se escurren por caminos
que nunca se han andado.
Al ver las gotas que se deslizan
por el vidrio me recuerdo,
no me preguntes porqué,
de los caminos que caminaste
en mi piel y en mis sentidos.
Caminos que nunca han sido
recorridos antes pero que
tu los abristes con la punta
de tus dedos, desde otro tiempo,
desde otro espacio.
Desde una dimensión que no
es la mía pero a la que quise entrar
con ese ardor de saber que,
de haberte encontrado
deambulando de noche
por las calles bajo la luna llena,
hubiese dado mi piel completa
para que fuese el lienzo
donde escribieras...
La lluvia se detiene .
Es el tiempo de dejar de
escribir y de que tu presencia
se pierda en la neblina de
la no presencia.
Por eso, por favor,
no me leas.
las gotas se escurren por caminos
que nunca se han andado.
Al ver las gotas que se deslizan
por el vidrio me recuerdo,
no me preguntes porqué,
de los caminos que caminaste
en mi piel y en mis sentidos.
Caminos que nunca han sido
recorridos antes pero que
tu los abristes con la punta
de tus dedos, desde otro tiempo,
desde otro espacio.
Desde una dimensión que no
es la mía pero a la que quise entrar
con ese ardor de saber que,
de haberte encontrado
deambulando de noche
por las calles bajo la luna llena,
hubiese dado mi piel completa
para que fuese el lienzo
donde escribieras...
La lluvia se detiene .
Es el tiempo de dejar de
escribir y de que tu presencia
se pierda en la neblina de
la no presencia.
Por eso, por favor,
no me leas.