y me enseñaste el valor
de la luna y las estrellas,
hiciste que apreciara
Me hiciste sentir el embrujo
que despiden y que te hacen desear
ir más allá de lo que has caminado hasta ahora,
con la sutil promesa de encontrar
campos de flores fragantes
bajo el rocío nocturno.
Ahora es mi turno de ayudarte
a encontrar nuevamente
la magia de la ncohe,
de hacerte sentir que las estrellas
siguen brillando aún cuando
una nube las haya cubierto.
De mi lado ellas siguen
esparciendo su suave luz,
la luna me sigue bañando
con su luz de plata...
Por eso te envío una luciérnaga
con preciosa carga,
brillando entre sus alas
verás la estrella que llevo al cuello,
para que ella te ilumine el sendero
mientras encuentras a las tuyas de nuevo...