lunes, 11 de mayo de 2009

Luciérnaga

Brilló en la oscuridad,
describiendo arabescos
en la negrura de la noche,
danzaba y brillaba:
arriba, abajo,
izquierda, derecha...
Me hipnotizó
con su luz intermitente.
Mucho años tenía
de no ver una
y justo llegó a danzar
frente a mí...
Y en lo más
íntimo de mi corazón
una sonrisa se dibujó,
me recordó las palabras
que solía leer acerca de ellas...
Y tal como llegó se fue,
brillando para siempre
y dejando un sabor dulce
en los recuerdos de mi corazón...

1 comentario:

Raf dijo...

cosas tan pequeñas y llenas de luz pueden traernos tantas palabras como queramos para describir recuerdos o vivencias... tambien me gusta mucho...