Por primera vez tuve ganas de besarte, de sentir tus labios contra los míos, de poder sentir la frescura de tu boca. Sí, eso provocaste en mí hoy y no sé si alguna vez podré hacerlo. Pero por hoy sólo disfruto saber que en mi corazón todavía hay un latido de vida, que no se ha muerto en mi el deseo de besar a alguien...
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