Se quebró este lazo extraño que nos unía, lo corté a la mitad y sus extremos lentamente fueron cayendo al suelo, vencidos, dañados, sordos… irreparables.
Ese hilo de plata que conectaba nuestros corazones ya no existe, lo fundí, lo
puse al fuego y se volvió líquido, lo hice bolita y lo tiré lo más lejos de mi y cayó al suelo rebotando sordamente, para luego seguir un camino distinto al mío.
El velo de complicidad que nos abrigaba fue rasgado y ni cuenta te diste. Se partió por la mitad y cual arabescos fueron cayendo, el viento jugó con los restos y los llevó a lugares recónditos, donde ya no los encontraremos.
Todo se perdió, todo lo deshice, más sin embargo tu no has percatado que mi camino se alejó del tuyo. Y mientras más avanzo, más atrás queda tu sombra, más atrás queda tu recuerdo.
Ese hilo de plata que conectaba nuestros corazones ya no existe, lo fundí, lo
puse al fuego y se volvió líquido, lo hice bolita y lo tiré lo más lejos de mi y cayó al suelo rebotando sordamente, para luego seguir un camino distinto al mío.El velo de complicidad que nos abrigaba fue rasgado y ni cuenta te diste. Se partió por la mitad y cual arabescos fueron cayendo, el viento jugó con los restos y los llevó a lugares recónditos, donde ya no los encontraremos.
Todo se perdió, todo lo deshice, más sin embargo tu no has percatado que mi camino se alejó del tuyo. Y mientras más avanzo, más atrás queda tu sombra, más atrás queda tu recuerdo.
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