Muerte sigue rondando

por estos campos,
no respeta edad
ni nacionalidad.
Rodea con sus viscosos
tentáculos el corazón
y lo estrangula
sin compasión.
Se lleva de paso
la tranquilidad
de los que seguimos
con vida y pensamos
cuando nos tocará fallecer,
por casualidad,
por error fatal,
por "justicia vengadora"
o por bizarros parecidos,
mientras el semáfaro
todavía esté en rojo...
(3 de Septiembre 2009, ante el asesinato de Cristian Poveda, fotoperiodista y cineasta franco-español)
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