lunes, 7 de abril de 2008

Adiós

Y finalmente el día que más había temido llegó.
Y me tomó desapercibida y sólo los ojos se me llenan de lágrimas, esos ojos que nunca has visto y nunca verás.
La sonrisa se me quedó congelada y colgando de lado, mientras que mi corazón parecía morir de poquito, letra por letra, palabra por palabra... otra vez.
¿Cuántas veces morirá mi corazón?
¿Cuántas veces sólo jugarán conmigo?
¿Cuántas veces?
Y mientras tanto las cataratas de mis ojos luchan por no estallar, por no librar todo su torrente aquí... mis mejillas se resisten a ser regadas otra vez con ese líquido salobre...
¿Y qué hago yo? Yo... que me enamoré, que me dejé llevar por tus palabras, que me prendaste...
¿Qué hago yo? ¿Cómo se lo explico a mi corazón muerto?
¿Cómo le digo adiós a ese amor que yo sí sentí y siento?
Para mi no fuiste un juguete, no, no lo fuiste...

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