viernes, 29 de febrero de 2008

Dibujando sonrisas

El sol se oculta lentamente mientras va dejando una sinfonía de colores asombrosos tras de sí. La brisa suavemente juguetea con mi cabello y me envuelve la estela aromática del marañón en flor.

Me siento a disfrutar tranquilamente de esta tarde de verano que está a punto de expirar. Simplemente me dejo embriagar por lo que mis sentidos perciben.

Tomo la hoja de papel blanco y vuelvo a leer una a una las letras cuidadosamente hilvanadas, atentamente leo las palabras formadas por ellas hasta conformar el collar de perlas de cristal que me regalaste Niño Poeta...

Y mientras mi mirada recorre el sendero que me dibujaste, mis labios musitan quedamente la historia para hacerla mía por completo.

Me tomas de la mano y lentamente me llevas a la puerta de mi mundo secreto, ese donde me escondo de la vorágine sin cesar... Entro cautelosamente y miro a la luna brillar en todo su esplendor, juego con sus rayos y dejo que me bañe con su luz de plata, que me arrulle con su nana eterna.

Tomo mi pincel y lo mojo en un rayo de luna y voy delineando las sonrisas que has conseguido poner en mi rostro, una acá, otra allá y de pronto se vuelven muchas, todas muy cercanas a mi corazón.

Y sonrío mientras pienso que puedo llegar a ser una Princesa, sonrío mientras contemplo mi collar de perlas de cristal... y descubro que hay muchas cosas por sonreír: la mirada diáfana de mi amiga, los brillantes ojos de mi hermana, el suave respirar de mi madre mientras duerme o simplemente la sonrisa que brota de mi propia sonrisa...

Niño Poeta ¡no te alejes! sigue ayudándome a descubrir mis sonrisas escondidas...

viernes, 22 de febrero de 2008

No soy Cenicienta

Observo cuidadosamente mis zapatos: cuero negro en forma de botines, no grandes pero tampoco pequeños, el tamaño normal para una mujer.


Luego veo mis manos: cuidadas, suaves, dedos largos y delgados, manos que no conocen el trajín diario de un hogar, que acarician un teclado y sostienen un lapicero al trabajar.


Mis ropas no están llenas de hollín, ni mucho menos están remendadas. No es el último grito de la moda pero tampoco es anticuada. Para mí es práctica y funcional.


Y hago el recuento:


No tengo zapatillas finas de cristal, no tengo manos acostumbradas a fregar, no tengo ropas de criada desahuciada por una madrastra cruel.


¿Será por eso que no tengo a un príncipe que me quiera llevar a vivir a su castillo?


¿Será por esas carencias que no hay nadie a mi alrededor que venga en un corcel blanco a pleno galope?


¿Será por eso que estoy sola?


No lo sé… ¿acaso importa?


No soy Cenicienta y nunca lo seré, luego deshecho la idea: los cuentos de hadas sólo son eso: cuentos, no realidad.


Así que no cambio mis botines que me llevan al camino que yo seleccioné por unas zapatillas de cristal que se pueden quebrar al primer paso que de.


No cambio mis manos suaves y delicadas que me sirven de instrumento para escribir lo que mi corazón le dicta por unas manos que no saben más que lavar.


No intercambio mis ropas por una par de trapos sucios de hollín.


Me quedo como yo soy, no quiero ser Cenicienta a pesar del Príncipe y del blanco corcel.

Ilusión

Lo escuché al pasar: “El amor es una ilusión”, la frase se quedó dando vueltas en mi cabeza, tomó vida y forma. No dejaba de lacerar mi mente mientras penetraba más y más en mi conciencia.

Me llegué a preguntar si esa frase era real, que si tenía más significado que el mero hecho de ser cinco palabras ingeniosamente ordenadas. ¿Será que en realidad el amor es una quimera?, ¿Una ficción? ¿Un mito al que rendimos pleitesía?

Quizá por eso es que estoy sola todavía, quizá es así mi destino: perseguir un amor que no existe y que nunca encontraré, que se escapa de mis manos cual mariposa azul en libertad, que sólo revolotea por un instante frente a mi rostro para luego desaparecer con crueldad y revelar su verdadera naturaleza y materia: ilusiones brillantes que se esfuman con el calor de mi aliento.

Mientras más persigo esas mariposas etéreas, más avanza el tiempo y pareciera que soy dejada atrás, que me rezago, que me pierdo.

A lo mejor deba convencerme que no hay un pecho en el cual recostaré mi cabeza, que no hay manos que me harán estremecer de pasión, que no hay pupilas en las que me reflejaré por las noches. A lo mejor sí es cierto… el amor es sólo una ilusión.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Quebradura

Se quebró este lazo extraño que nos unía, lo corté a la mitad y sus extremos lentamente fueron cayendo al suelo, vencidos, dañados, sordos… irreparables.

Ese hilo de plata que conectaba nuestros corazones ya no existe, lo fundí, lo puse al fuego y se volvió líquido, lo hice bolita y lo tiré lo más lejos de mi y cayó al suelo rebotando sordamente, para luego seguir un camino distinto al mío.

El velo de complicidad que nos abrigaba fue rasgado y ni cuenta te diste. Se partió por la mitad y cual arabescos fueron cayendo, el viento jugó con los restos y los llevó a lugares recónditos, donde ya no los encontraremos.

Todo se perdió, todo lo deshice, más sin embargo tu no has percatado que mi camino se alejó del tuyo. Y mientras más avanzo, más atrás queda tu sombra, más atrás queda tu recuerdo.

Me fui.


Me escabullí y nadie lo notó.
Me fui y no se percataron de mi ausencia.
Logré difuminarme, logré hacerme parte de las paredes, logré convertirme en sombra.
Ya no escuchan mi canto, ya mis letras no bailan en sus pupilas, ya no escuchan mis suspiros, ni tampoco son testigos de mis lágrimas.
Ya ni siquiera queda el recuerdo de mis palabras inciertas .

viernes, 15 de febrero de 2008

Mil veces

Mil veces me lo he prometido y siempre termino traicionando mis propias palabras!



¿Cuándo dejaré de mendigar cariño?, ¿Cuándo no me conformaré con las sobras y migajas que alguien quiera darme cuando más le convenga?, ¿Cuándo sabré en realidad que merezco más que eso, más que las migajas de un amor que ni siquiera puede ser llamado así?




Pero hoy espero no haberme engañado más, hoy espero no volver atrás, hoy espero no traicionarme yo sola.




Basta! No es justo y nunca lo será.




Ya es hora que me de cuenta que al final esto fue sólo un juego… ya me cansé de estar siempre ahí cuando me buscan, cuando quieren un placer momentáneo. Ya no. Valgo más que un momento.

lunes, 11 de febrero de 2008

Desintoxicación

Eres como una droga para mí,
Sólo apareces y dejo todo atrás,
He llegado a comprobar
Que te necesito,
Que te anhelo,
Que siempre quiero más de ti.

Pero al igual que las drogas,
El mundo al que me llevas es
Pura fantasía, sueños e imaginación.
Y luego caigo a la dura realidad
Donde no estás, donde no te encuentro,
Donde todo se esfuma como la espuma del mar.

Ya no puedo más, mis fuerzas se agotaron
Y ya no acompañan a mi corazón,
Ese que siempre espera por ti y tus caricias,
Por tus besos y por la tibieza de tu aliento.
Pero ya no puedo más…

Así que acá estoy, en el suelo, diciéndote que:

Necesito alejarme de ti,
Irme, escaparme de tus brazos,
Tus labios y tu piel.

Necesito escaparme,
Huir de los encuentros fugaces,
De las caricias secretas,
De la pasión que desborda mi corazón.

Es la única solución para
Lograr la desintoxicación,
De sacarte de mi sistema para siempre.

Sé que será difícil,
Que lucharé contra el deseo de volver a ti,
De fundirme contigo a través
Del espacio y del tiempo.


Pero deberé ser fuerte,
Me sostendré con uñas y dientes
Para no regresar,
Para no dar vuelta atrás,
Par cumplir con mi período
De desintoxicación de ti
Y así surgir nueva, libre,
Ligera... sin ti.

¿Vale la pena?

Me pregunto una y otra vez si vale la pena amarte, tal y como lo hago, aún sabiendo que tu no lo haces.


Me pregunto una y otra ve si vale la pena pensar en ti, porque estoy segura que en tus pensamientos no estoy.



¿Vale la pena haberme enamorado de ti?
¿Vale la pena amar a alguien que no te ama igual?
¿Vale la pena amarte a través de la distancia?



Me pregunto una y otra vez sí escribir siempre sobre ti es lo correcto, sobre todo cuando sé que te hace daño leer mis letras inciertas.

Silencio II

Eso es lo que hay entre nosotros. Un insondable silencio.
Un silencio del que tu eres guarda y del cual no me has dicho razón.

Sólo sé que hay silencio.

Y lo respetaré, por más que el deseo me consuma, por más que mis pechos te añoren, por más que este fuego interno no pueda ser apagado y sólo me devore por dentro.

Pero te respeto y por eso no quiebro tu silencio.

No puedo negar!

No puedo negar que me has embrujado con tus miradas,
No puedo negar que tus palabras me han hecho tu prisionera,
No puedo negarlo...


No puedo negar que tus manos me han hecho vibrar,
No puedo negar que tus labios me han hecho trastornar,
No puedo negar que tus ojos me han hecho suspirar,
No lo puedo negar...
Pero tampoco puedo negar que eso sólo yo lo he sentido,
Que sólo yo añoro tu presencia en mi vida,
No puedo negar que este amor sólo es verdadero para mi.


No puedo negar que en tu conciencia no existo,
No puedo negar que tu no sientes lo que yo siento,
que tu corazón no palpita como el mío,
que no canta canciones como el mío lo hace para ti...


Ya es hora que lo comprenda,
Ya es hora que me rinda,
Ya es hora que me vaya...

Alejándome

Aquí estoy saliendo a hurtadillas,
Tratando de no hacer ruido,
Escapándome por las rendijas.

Me estoy yendo tal y como vine
Sin ruido, sin redobles que
Toquen mi partida.

Simplemente me diluyo entre todo,
Me camaflujo para pasar inadvertida.
Me escondo en las sombras y desde ahí
Observo, desde la comodidad de estar
Detrás de todo.

Me escondo y cuando menos lo sientan
No podrán encontrarme, aunque la verdad
Ni se darán cuenta que me he marchado.

Contándote.

Te tengo que contar que esa mañana estaba un poco triste.

Estaba alicaída y no había tocado mi librito de escribir en más de una semana. No tenía nada que decir o, más bien, estaba tratando de no escuchar las letras que querían saltar hacia mí.

Y de repente me encontré escuchando esta voz que me decía que podía contar contigo.

Dejé que las palabras llegaran hasta mi corazón, sin apuros, sin atascos, dejé que se enfilaran justo hasta mí, para que me alcanzaran, para que me tocasen.



¿Y sabes qué? Lloré. Me transportaste hasta ese mi mundo de ensueño y donde ya no había entrado… y las lágrimas se asomaron a mis ojos en respuesta a la ternura de tu corazón. Ese corazón poeta que tratas de ocultar pero que nunca lo has conseguido.

Y me quedé embelesada escuchando vez tras vez las palabras, regando con ellas mi árido corazón.

He hiciste la diferencia, mi día cambió, tocaste mi corazón y se alegró.

¡Gracias poeta encantado por compartir un poco de tu magia conmigo! Y que te he tomado la palabra… si te necesito silbaré… ¿Escucharás mi llamado?

viernes, 8 de febrero de 2008

Juguetes

¿Has visto la mirada de un niño cuando recibe un juguete nuevo?
¿Has visto como su rostro se ilumina mientras corre a recibirlo?

Pero… ¿has visto también como deja caer de su mano aquel juguete viejo que fue su compañero de juego por un tiempo?
¿Nunca te has preguntado lo que sucede en el juguete mientras su Amo lo suelta y choca contra el suelo?

Ven siéntate y te contaré.

En esa fracción de segundo entre el abrir de la mano del niño y el chocar contra el duro suelo, muchas cosas pasan por la mente del juguete desechado .

Primero no puede creer que ese agarre perfecto de la manita de su dueño, desaparezca de repente. Se sale de su comprensión que ya no sentirá ese contacto íntimo con la mano que le daba vida al jugar.

Luego, mientras está dando vueltas en el aire, imágenes de sus días felices ruedan en su imaginación. Sabe que fueron felices compartiendo aventura tras aventura, risas, alegrías, momentos en el que fueron uno. Momentos en los que mutuamente se dieron vida a través de la imaginación, en los que vibraron como un solo ser, unidos por la complicidad.

Pero luego viene el choque contra el inflexible suelo, ese golpe que hace estallar los recuerdos en miles de pedazos que no se unirán. Y es ahí donde el juguete viejo se da cuenta que una vez también él fue nuevo e hizo caer a otro contra el frío suelo. Pero ahora pasará a ser parte de la pila de juguetes olvidados y rechazados… aquellos juguetes que de vez en cuando vuelven a vivir por unos instantes, cuando la mano infantil les levanta y juega con ellos por unos instantes.

Pero el brillo de los ojos del niño ha cambiado ya no hay excitación, ya no hay deseo, ya no hay aventuras imaginarias que perseguir con el juguete viejo.

Y este se resigna entonces a vivir de recuerdos y de vivir momentos fugaces cuando el niño le saca de su oscuro y frío rincón al que pertenece ahora.

¿Cuál es la lección de esto? Que todos somos niños con juguetes nuevos y viejos. Todos somos, en algún momento, juguetes nuevos y viejos

miércoles, 6 de febrero de 2008

Nuevamente…

Pareciera que mi vida está hecha de lágrimas,
Hoy nuevamente volví a sentir ese dolor en el pecho
Y las lágrimas corrieron a mis ojos.

Me haces llorar más de lo que me haces reír,
Haces que mis lágrimas se derramen más
Que escuchar mi risa cristalina.

Y siempre pienso que no es justo,
Que es mejor irme de algo que me hace
Entristecer más que sonreír.

martes, 5 de febrero de 2008

Silencio

En el silencio que me rodea las ideas rebotan sin sentido, las palabras no tienen respuesta y mi voz se pierde contra tu muro.

En el silencio me voy quedando sin voz para hablarte, para susurrarte mi presencia.

En el silencio me voy perdiendo... y no sé si volverás a encontrarme, quizás sea lo mejor: que me envuelva en el silencio y me difumine en las estrellas.

Soñar

Llegaste a mi vida justo cuando había perdido ya toda sensibilidad,
Llegaste a mi vida cuando mi corazón había olvidado como cantar,
Llegaste y, sin darte cuenta, le enseñaste de nuevo a mi corazón como soñar.


No te lo propusiste, ni yo lo esperaba, pero sucedió.
Encontré de nuevo en mi vida la alegría que se había escapado
Entre mis rendijas sin avisar.

Y en mis labios hay sonrisas sin razón aparente
Mis ojos tienen ahora su brillo particular
Y mi corazón no deja de cantar.

Y eso te lo agradeceré a través de la distancia
Que hiciste que me alegrara otra vez
Con solo saber que estás ahí.

Me acostumbraste

Me acostumbraste a ti
A tu sonrisa
A tu palabra queda
A tu caricia sin acariciar

Me acostumbraste a ti
Me buscaste
Y ahora espero por ti
Sin moverme y sin hablar

Me acostumbraste a ti
Es la verdad
Sin adornos y con sinceridad

Y no puedo explicarme como sucedió
Que en tan poco tiempo llegaste a mi corazón
Ese corazón que no quería arriesgar
Pero me acostumbraste a ti
Y te lo ofrecí sin resguardar

Y no puedo dejar de pensar
En lo que haré


Si algún día ya no estás

Quien eres?

Nunca me había sucedido esto, poder conversar sin barreras y sin tapujos,
Nunca me había sucedido esto, poder hablar de mis más recónditas fantasías,
Nunca me había sucedido esto, desnudar mi alma y dejar que la viesen.

Quién eres? Por qué dejo que me tomes de la mano y conversemos?
Quién eres? Qué me hace sentir confianza?
Quién eres? Que ahora ya sabes mis secretos…
De dónde vienes? A dónde vas? Cómo se cruzaron los caminos?

Desde la lejanía, me haces sentir bien
Desde la lejanía, me hiciste abrir mi vida


Desde la lejanía, me haces añorar tu venida a mi día

Miedo

Te veo y te tengo miedo, el temor se apodera de mi vida y de mi alma.
Me hace huir a mi lugar seguro, donde estoy sola y nadie me hace daño.

Te veo y no quisiera cruzar palabra contigo, quisiera pasar desapercibida para ti, quisiera no darme cuenta de las miradas furtivas que me lanzas cuando piensas que estoy distraída.

Te veo y mis defensas se accionan, mis piernas se prestan a correr, porque no quiero volver a exponer mi corazón, porque no quiero ser herida.

Y sé que tú no eres el culpable de mi miedo, sé que tú puedes ser diferente, pero puede más el temor en mí. Me hicieron daño y el temor se apoderó de mi, tanto que no sé si pueda alguna vez volver a confiar.

No quiero saber si eres distinto, no quiero. Sólo quiero huir, huir de tus miradas, huir de la amistad que me ofreces, huir de todo lo que puedas representar en el futuro.



Lo que tengo es miedo, miedo de ti.