jueves, 17 de diciembre de 2009

Esperando, eternamente esperando

Pareciera que mi vida está enteramente dedicada a esperar:
esperar que aparezca,
esperar a que se fije,
esperar a que se de cuenta,
esperar a que... a que todo suceda.


Y nunca pasa nada,
los días pasan uno tras otro
y no hay nada que contar,
nada con lo que soñar,
nada que me haga
estar alerta...


Este eterno "no pasa nada"
me agota, 
me frustra,
me incomoda,
me daña.


Quisiera que pasaran
tantas cosas:
que el corazón me
saltara de felicidad,
que mis pupilas
tuvieran donde fijarse,
que hubiesen brazos
dispuestos a liarse 
en mi cintura,
que hayan labios
dispuestos a recorrer
el camino a los míos...


Pero no,
eso no sucede
y francamente 
pienso que no 
pasará nunca.


Y mientras tanto
sigo esperando...
esperando la nada.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Prometido

No puedo rogar
por palabras que 
no van a ser
pronunciadas jamás.


No puedo obligar a 
amistades que están 
destinadas a nunca 
cruzar puentes 
entre las vidas.


No puedo hacer
que las cosas sucedan
como mi imaginación
quisiera que resultaran.


No puedo cambiar
la realidad. Debo 
rendirme a ella.


Y ya.

¡Cómo quisiera!

Has tomado decisiones
y me da pena pensar
que podrían herir
tu corazoncito...


Sin embargo, es mejor
decir la verdad de frente
y no dar espacio
al dolor enmascarado
de sonrisas amables.


Pero no deja darme
miedo pensar que 
pueden no cuidar tu corazón
y herirle hasta agonizar...


No quiero que pases por
mi historia, no quiero que
sientas esa agonía que 
agota tus ojos de toda
lágrima real...


Pero al mismo tiempo
estas decisiones te 
ayudan a ser fuerte,
a reconocer que hay
momentos en los que sólo
tu puedes cuidarte...
Y esto sólo se logra al andar 
este camino que has decido
seguir hasta el fin


¡Y eso, eso mi querida
amiga, es lo que te
hace crecer!