Aprendiendo!

Estoy aprendiendo a vivir sin tí,
estoy aprendiendo a no ver tus letras flotando en mis pupilas.

Estoy aprendiendo a ya no sentir tu piel en la mía,
estoy aprendiendo a no desear más tu cercanía.

Estoy aprendiendo a dejar tu voz en el rincón,
estoy aprendiendo a no desear tu calor.

Estoy aprendiendo... tan sólo eso aprendiendo.

Debo...

Tengo que creer que los sueños se realizan, que en esta vida los arcoiris todavía son de colores brillantes y que se pueden tocar con las manos.

Tengo que creer que el sol siempre me brindará calor, que la luna me bañará con rayos de plata y que los jazmines seguirán perfumando mi camino.

Tengo que creer que hay alguien, allá afuera, que espera por mí y que sueña por estar a mi lado. Alguien, que talvés me hará llorar en algún momento, pero que estará ahí para enjugar mis lágrimas al ser derramadas. Alguien que me verá y sabrá que es mi corazón su otra mitad. Alguien que cuidará mi corazón y no lo dejará morir. Alguien en quien me podré ver reflejada en sus pupilas por siempre.

Tengo que creer... debo creer!

Quiero...

Quiero estar tranquila,

quiero no pensar en tí,

quiero dejar mi memoria en un rincón.

Quiero no encontrarte en mi pensamiento,

quiero alejarme por completo,

quiero ocultarme donde no me encuentres.

Quiero que tus palabras no me alcancen,

quiero huir de tu sempiterna presencia,

quiero que no te entremetas en mis sueños.

Eso quiero...

¿Será mucho pedir que tu recuerdo me deje en paz ?

Cansada

Me siento cansada, los días están lleno de tantas actividades que siento que mi vida da vueltas y vueltas de una manera vertiginosa... sin poder detenerme por un momento a pensar con claridad el rumbo para donde voy.



Sé mi meta a alcanzar, sé el camino por donde debo transitar... pero se me pierden los rostros de las personas que caminan conmigo, los pierdo al pasar a la par de ellos y no poder determe a saber como están...



Y la fatiga me invade, me carcome, me arrastra... Y lo único bueno de esta vida acelerada es el saber que no tengo espacio para pensar en ti.

Indiferencia

Me duele saber y darme cuenta que puedo salir sobrando en tu vida...
Mi corazón sangra y mis lágrimas brotan de mis ojos cual cascadas, al chocar con la pared de indiferencia que has construido.
Si tan sólo supieras lo mucho que yo te extraño, si supieras que deseo salir corriendo para encontrarme contigo... pero al regresar a la realidad veo como has hecho que mi corazón muera en cada latido, veo mis heridas sangrantes y me detengo, porque sé que al encontrarnos nuevamente en tus ojos sólo encontraré indiferecia brillando en lo más profundo de tu alma...
Y mientras a ti te da igual el que me haya marchado yo estoy acá llorando.

Saber...

Saber que hay alguien ahí,

Saber que hay una persona que te escucha,

Saber que hay una mano que toma la tuya...

Saber que hay lágrimas que ruedan por tu historia,

Saber que hay "escudos" humanos que te protegen,

Saber que hay alguien que te quiere...

Eso llena de alegría mi corazón triste,

me da fuerzas para seguir en la lucha

por construirme un mejor mañana.

Y me da esperanzas que la oscuridad

no dura para siempre,

me hace ver que la alegría está

a un paso de distancia,

me ayuda a salir del hoyo

en el que siento que he caído.

Y eso es bueno,

Y eso es una bendición del cielo!

Para mi HMV Jud.

No puedo

Por ahí escucho una vocecita suave y tímida que me pide que escriba... pero ¿qué podría escribir?

¿Mi angustia? ¿Mi desilusión? ¿La muerte de mi corazón? ¿Mi llanto?

¡No! No puedo escribir sobre eso, esa vocecita no se lo merece.

Merece llenar sus pupilas de alegría, de amaneceres sin fin, de noches estrelladas, de flores que esparcen su aroma...

Merece que se le hable de amores fuertes, de almas que se encuentran, de arcoiris iridiscentes, de soles que no dejan de brillar...

Merece que se le arruye con cuentos de princesas y príncipes azules, de hadas que conceden deseos, de unicornios jugando en un ocaso lila...

Y yo no puedo hurdir con hilos de plata esos relatos, porque ese carrete de plata me lo destruyeron y mis manos se han quedado desnudas sin poder hilar ni una tan sola alegría...

Lo lamento vocecita dulce y suave, mis oscuros relatos no son para que tu los leas. Lo siento vocecita cristalina y alegre, pero sólo haría que tu sonrisa se desdibujara y eso nunca me lo perdonaría.

Por eso no escribo, por eso no puedo complacer tu deseo... Algún día regresaré y escribiré de la alegría que ahora se me ha esfumado. Lo prometo... pero por ahora no puedo.

(Pensando en el requirimiento de mi amigo Lucasz...)

...

Durante el día la desilusión se me hace pequeña, casi ni pienso en eso... las actividades me absorben y no tengo tiempo de pensarte.
A veces las ganas de encontrarme contigo crecen hasta sentir que no puedo respirar y que mis manos están prontas a buscar tu camino. Cuando eso sucede, conscientemente me detengo y cambio el curso de mi pensamiento, me involucro aún más en mis tareas pendientes y hasta me invento otras, todo con tal de ahuyentarte de mi mente.
Pero al caer la noche, estando sola en mi habitación, es cuando no tengo escapatoria y las lágrimas vuelven a mi, esas que me he tragado durante el día y que ahora ya no se dejan ignorar.
Y me duele, me duele tanto que a veces es como si el mismo dolor me deja anestesiada y sin ganas de seguir, me deja vencida, agotada y con un profundo hueco donde antes estuvo un corazón palpitante...

Finalizando

Al final del día, tengo un momento de quietud... agradezco el hecho que mi día haya sido muy ocupado, eos no me dejó pensar más allá de lo que debo.
Pero ahora, sentada frente a la pantalla y borrando todos esos correos que nunca podré leer y que ya tienen más de 1 mes de estar esperando ser abiertos, me encuentro uno tuyo. El único quizás que me escribiste, ese en el que decías que me extrañabas... E inmediatamente mis ojos se llenan de lágrimas y mis labios tiemblan por las ganas de llorar, esas ganas que tan bien reprimo a fuerza de tomar agua.
Y pensar que eso nunca existió en realidad, que nunca fue una realidad... sin dudarlo mi mano da el último golpe: desaparece en la lista de mensajes eliminados, donde siempre debió estar, el único lugar en el que encaja.
Pero mi alma sigue de luto, sigue en pleno llanto... por el engaño que yo misma construí con tu ayuda.

Sin Memoria

Quisiera despertarme por la mañana y no recordar nada. Que todas las memorias sobre tí hubiesen desaparecido en la neblina del sueño.
Quisiera despertarme mañana y no invocar tu presencia y tu esencia, despertar como si nunca te hubiese conocido. ¡Cómo quisiera borrarte de mi mente!
¡Cómo quisiera no haberte abierto mi puerta!
¡Cómo quisiera no haber puesto mi corazón en una cajita y dártelo como regalo!
Porque al final fue mentira que lo quisieras, nunca me apreciaste a mí, a mí como persona.
Y al final sólo disfrutaste de mi corazón de manera egoísta... Querías llenar un espacio, querías solventar una carencia y cuando ya no lo necesitaste, sólo diste la vuelta y te fuiste.
Pero no te diste cuenta que habías creado recuerdos en mí o talvés te diste cuentta y no te importó.
¡Que daría por no tener memoria alguna al despertarme por la mañana, y así no recordar que una vez exististe en mi vida!

Mi Error

Sí Corazón, moriste por mi error.
Y quizás es por eso uqe no hablabas más conmigo, quizás guardabas silencio porque sabías que todo este tiempo atrás te había estado traicionando.
Y hoy moriste... el tiempo se congeló mientras caías al suelo, convertido en tan pequeños pedazos que nunca podré recoger y componer.
Sentada en el suelo, mirando los restos que quedaron, siento un dolor tan profundo, no por lo que perdí en un adiós, sino por tí, porque no sé si volverás a vivir.

Primeros Auxilios

Debí haber prestado atención a esa clase en la escuela Primaria. No debía haberme escapado a ese mundo de ensueño. Pero... ¿Qué puedes saber a los 9 años?
Y años después estoy frente a mi corazón, quien se está muriendo lentamente, mientras yo no sé que hacer con él.
¿Le aplico una comprensa?
¿O será mejor un torniquete?
¿Podría ser mejor darle respiración artificial?
Talvés... talvés nada! Mi corazón ya falleció y yo no pude hacer nada para evitarlo...

¿Y ahora?

No puedo dejar de pensar en eso... no me puedo concentrar.
Es como si me hubieses disparado a quema ropa, cada sílaba eran como pequeños puñales que se ensertaban sin piedad en mi corazón, ese que sólo te amó.
¿Y ahora? No me queda otra más que despedirme, irme...

Adiós

Y finalmente el día que más había temido llegó.
Y me tomó desapercibida y sólo los ojos se me llenan de lágrimas, esos ojos que nunca has visto y nunca verás.
La sonrisa se me quedó congelada y colgando de lado, mientras que mi corazón parecía morir de poquito, letra por letra, palabra por palabra... otra vez.
¿Cuántas veces morirá mi corazón?
¿Cuántas veces sólo jugarán conmigo?
¿Cuántas veces?
Y mientras tanto las cataratas de mis ojos luchan por no estallar, por no librar todo su torrente aquí... mis mejillas se resisten a ser regadas otra vez con ese líquido salobre...
¿Y qué hago yo? Yo... que me enamoré, que me dejé llevar por tus palabras, que me prendaste...
¿Qué hago yo? ¿Cómo se lo explico a mi corazón muerto?
¿Cómo le digo adiós a ese amor que yo sí sentí y siento?
Para mi no fuiste un juguete, no, no lo fuiste...