sábado, 1 de mayo de 2010

Sí.

Quiero rozar tu piel
lentamente con mis dedos,
hacerlo de manera imperceptible
para que no despiertes,
dibujar sendas antiguas
en tu espalda que
me conduzcan a la
felicidad deseada.
Deseo enredar mis
dedos entre tus cabellos
y humedecer mis labios
en tu boca...
Zambullirme por completo
en el oasis de tu cuerpo
y dejar que la realidad
sobrepase mi deseo.