jueves, 14 de mayo de 2009

Fases de tu ausencia

Fase I

Te extrañé
Todos los dias,
A cada segundo.
Pensé en ti,
No dejé que cayeras
En el olvido.
Me repetí a mí misma
Que volverías.


Fase II
El querer conversar contigo
Se hizo más apremiante,
Te buscaba sin descanso,
Visitaba tu casa en
Busca de señales que
Me dijesen que no
Eras mentira, que
En realidad existías.


Fase III
Te llamaba en mis
Letras, te esperaba
Sentada en tu jardín,
Le preguntaba a la
Luna si vendrías
Más no obtenía respuesta.


Fase IV
El invierno llegó
A tu huerto, mientras
Yo te esperaba.
No lo vi venir,
Hasta que un día
Sentí su gélida presencia.


Pero no moró entre
Tus flores, ni entró
A tus aposentos…
Se quedó en estas pupilas
Que no se cansaban de
Vigilar el horizonte,
Acampó en este corazón
Que siempre te cantó.

Caminando/Deseando/Aletargando

Pienso que la vida
se me va en deseos,
ilusiones que no sé
si veré cumplidas.
Trato de ya no
pensar en ellas,
de ordenar
las prioridades
del momento,
de poner en perspectiva
mis sentimientos.
Hay momentos en
que creo que lo
he logrado,
que por fin mi
corazón se ha adormecido
por completo...
Pero de repente se
sacude del letargo
autoimpuesto y
da señales de seguir
vivo y con deseos de
experimentar, de disfrutar,
de besar, de acariciar,
de perderse en las pupilas
de otro, de llenarse
de la fragancia de
otra piel, de recorrer
senderos corporales
desconocidos hasta
poder guiarse a ciegas
por ellos...
Sostengo ese despertar
por un momento, sólo
por un breve espacio,
con un suspiro lo
lanzo al vacío y
prosigo caminando.

lunes, 11 de mayo de 2009

Luciérnaga

Brilló en la oscuridad,
describiendo arabescos
en la negrura de la noche,
danzaba y brillaba:
arriba, abajo,
izquierda, derecha...
Me hipnotizó
con su luz intermitente.
Mucho años tenía
de no ver una
y justo llegó a danzar
frente a mí...
Y en lo más
íntimo de mi corazón
una sonrisa se dibujó,
me recordó las palabras
que solía leer acerca de ellas...
Y tal como llegó se fue,
brillando para siempre
y dejando un sabor dulce
en los recuerdos de mi corazón...

martes, 5 de mayo de 2009

Gota

Se desliza lentamente por mi cabello
tratando de encontrar el camino
que le lleve hasta mi piel desnuda.
Recorre mi cuello describiendo
un camino de caracoles imaginarios
y termina suspendida tremulamente
en mis pechos, negándose a dar el salto
que le haga llegar a mi abdomen...
Se desprende y se une al río que baña
mi cuerpo, abriéndose paso hasta mis muslos
los que recorre con suprema delicia
hasta morir en mis pies desnudos...
Y en todo su viaje, desde ser una gota solitaria
hasta convertirse en torrente que baja por
mi desnudez silente, se convirtió en el amante
que recorre los lugares más recónditos de mi epidermis,
jamás así acariciada...